La hora de unirse ha llegado. De formar una sola familia, de aguantar las buenas y las malas, de soñar.
Ya no es hora de discutir si Óscar Pérez es el mejor portero disponible para el partido de mañana. De alegar que Javier Hernández debe ser titular o de que Andrés Guardado se quede como suplente. Es hora de apoyar a los 11 aztecas que mañana salten al terreno de juego e inauguren la Copa del Mundo.
Que los medios critiquen al Vasco, que los analistas destrozen a los jugadores...pero que la afición apoye a muerte el sueño. Debería de existir en la red social Facebook una aplicación titulada "Saca tu excusa perfecta para faltar mañana a tus obligaciones". Estoy seguro que a más de uno le ahorraría muchísimos problemas mañana.
Que si hay que sacar la radio en la oficina, la computadora en el salón de clases, el proyector en el restaurante, a final de cuentas la conexión entre la Selección Mexicana y su afición es tal cual una historia de amor de telenovela, donde no hay barreras para lo imposible para pensar en el final feliz, para llorar de alegría y de sufrir amarguras durante el clímax de la historia.
Cierra los ojos y no tengas miedo. Ve al "Guille" Franco convirtiendo ante los africanos. Deléitate con el vuelo del "Conejo" Pérez, observa el golazo de Giovani. Mañana comienza una travesía la cual deseamos que acabe con la final del mundial, y México alzando la copa.
México, te amamos. Ni nada ni nadie nos va a impedir el día de mañana apoyarte desde lejos. Recuerda todos tus obstáculos y aprovéchalos mañana. La hostilidad de Honduras y de Costa Rica. La capacidad del estadio Azteca. Las pifias arbitrales de las Copa Oro. Los fantasmas futbolísticos de figuras como Manuel Negrete, Luis Hernández, Ricardo Peláez, Antonio Carbajal te estan acompañando hasta la cancha mañana.
Hace unos mundiales, los cronistas gritaban: Borja, no falles!!!
Mañana será: Guille, no falles!!!
El sueño no empieza mañana, inició desde que tenemos conciencia de nuestra vida.
Pero mañana comienza a tomar forma.
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