Por Reimon.
Argelia 0-1 Eslovenia
Robert KOREN (SVN) 79’
Los dos “chicos” del grupo C comenzaron el día en Polokwane. Ambos salieron con la misión de aprovechar el empate entre Inglaterra y Estados Unidos y así aspirar a una posible segunda plaza, pero fueron los africanos quienes comenzaron dominando el encuentro con ganas y empuje. Utilizando las bandas y aprovechando la habilidad de Ziani, los argelinos empezaron a crear peligro y faltó poco para que abrieran el marcador. Para el final del primer tiempo, Eslovenia únicamente asustó una vez a los africanos, con un peligroso disparo de Birsa en el que el portero Chaouchi se vistió de héroe y salvó a su equipo.
Para el segundo tiempo, el juego cayó en un bache y se tornó tedioso. Ni uno de los dos equipos logró imponer su juego y el partido se trabó en la media cancha. Los de Argelia seguían siendo superiores y buscaban más el partido fabricando tímidas jugadas de ataque, pero los eslovenos se asentaron más en la cancha.
El juego continuó con su ritmo semi-lento y no fue hasta que faltaban menos de 20 minutos para que éste terminara, que cambió el rumbo del partido. Rabah Saadane ingresó a Ghezzal con la intención de que Argelia finalmente culminara sus jugadas, pero lamentablemente el delantero en vez de eso se hizo expulsar a los 12 minutos de haber entrado, luego de dos tontas tarjetas amarillas. Pero esta no era la única mala noticia para la selección africana, pues poco después de la expulsión, Robert Koren, capitán esloveno, lanzó un tiro de media distancia que en principio se veía fácil pero que el portero Chaouchi extrañamente dejó ir, lo que nos recordó a todos lo sucedido un día anterior con Robert Green, portero de Inglaterra.
Al final, un premio aparentemente inmerecido para Eslovenia, que consigue su primer victoria en su historia en las Copas del Mundo y lo pone como líder del sector. Aún así, deberán mejorar, y mucho, su juego para los próximos partidos si lo que quiere es obtener uno de los dos boletos para los octavos de final. Argelia por su parte se atacó a sí mismo y ahora todo será un camino cuesta arriba para ellos.
Serbia 0-1 Ghana
Asamoah GYAN (GHA) 85’
Comenzado la acción en el duro grupo D tuvimos a Serbia contra Ghana en lo que era una final para ellos, un duelo entre dos de los candidatos a “caballo negro”. Fue también un enfrentamiento entre los dos entrenadores, ambos serbios y ambos obsesivos del juego. Esto convirtió al partido en un duelo extremadamente táctico, quizá demasiado.
Las acciones comenzaron intensas, siendo los africanos los que llevaban la iniciativa, pero los balcánicos contestaban con veloces contragolpes. Pero pasados los primeros minutos, los equipos se asentaron al partido y este se convirtió en un choque de estrategias. Serbia enfocó todo su ataque en las jugadas a balón parada, demostrando Radomir Antic que es un experto en el pizarrón, y sus pupilos que son buenos para aprender las jugadas. El problema fue que Serbia no demostró su potencial y desaprovechó la calidad de varios de sus talentosos jugadores, como Milos Krasic. Solo Jovanovic trató de cambiar un partido en el que atacantes como Zigic y Pantelic se mostraron muy perdidos.
Ghana por otro lado fue mostrando una línea ascendente a lo largo de los 90 minutos y siempre fue el mejor de los dos equipos, en parte aprovechando que Serbia estaba mostrando una cara decepcionante. Las Estrellas Negras reafirmaron la teoría de que son el equipo mejor conjuntado de todas las selecciones africanas, y mostró varios destellos interesantes, como el sentido táctico de Asamoah, los frutos de la experiencia de Appiah, y la gran calidad y peligro que atesoran los pies de Gyan.
El partido, a pesar del leve dominio de los africanos (Gyan incluso estrelló un remate de cabeza en el poste), apuntaba al empate. Pero entonces el camino se comenzó a aclarar. Primero, Lukovic, defensa serbio, salió expulsado, por lo que los europeos se encerraron aún más. Pero entonces apareció Kuzmanovic. El talentoso centrocampista del Stuttgart acababa de entrar al campo cuando cometió una inocente mano dentro del área.
El resto es historia. Gyan metió el penal y tuvo tiempo de estrellar otro disparo en el metal. Los de Ghana se perfilan ahora hacia los octavos y Serbia se las verá negras a partir de ahora, pues su siguiente partido es contra Alemania. Y los teutones se ven atemorizantes.
Alemania 4-0 Australia
Lukas PODOLSKI (GER) 8’, Miroslav KLOSE (GER) 26‘, Thomas MÜLLER (GER) 68‘, CACAU 70‘
Alemania llegó a la justa mundialista llena de lesiones y con un equipo lleno de nombres desconocidos para gran parte de la afición. Pero eso era lo que la hacía fuerte, lo que la hace una candidata al título. La condición de tapada la convierte en una amenaza y hoy lo demostró.
Los Socceroos comenzaron el partido agresivamente, y estuvieron a punto de marcar un gol tempranero que hubiera cambiado el rumbo del encuentro, pero Alemania se salvó y en poco tiempo Klose ya había advertido que venía con ganas de anotar. Apenas a los 8 minutos, los de blanco mostraron que Joachim Löw los ha reinventado, los hizo evolucionar aprovechando las condiciones de los nuevos valores del combinado teutón. Una jugada llena de toques acabó con una diagonal del inteligente Müller que remató con violencia Lukas Podolski. La obra de arte la culminaron Klose, Müller y el brasileño Cacau, pero los goles son lo de menos, lo destacable es el partido, los jugadores, los alemanes.
Australia se quedó paralizada ante la arrolladora que se les puso enfrente, y eso que Alemania no pisó a fondo el acelerador. Mesut Özil, aún sin anotar, fue claramente el jugador del partido. El joven mediapunta del Werder Bremen movió los engranes de la maquinaria teutona y nadie se acordó de que el gran Ballack no estaba. Pases al pie, trazos filtrados, gambetas, conducción impecable y una descarada vaselina que por poco y acaba en gol; el '8' estaba encendido.
Hay que destacar la labor de Löw, creador de esta “nueva” Alemania, un equipo al que le gusta tener el balón y jugar con él, que disfruta con los pases y el futbol elegante. Una Alemania que ha sabido combinar a gente que siempre le ha respondido, como Klose, Podolski o Lahm, con los nuevos talentos. Gente como Özil, Badstuber y Khedira rindieron de maravilla, y no olvidemos al jovencísimo Thomas Müller, que en la banda derecha fue un peligro constante para los australianos y además coronó su gran partido con un golazo de fantasía, deshaciéndose de dos rivales con un impresionante recorte y después cruzando su disparo para colocarlo en la base del poste. Impresionante.
Ahora todos hablarán de Alemania, y se les mirará con mayor atención. Para ellos, el cielo es el límite. Mientras tanto, Australia debe ver como reponerse del duro golpe, pues si quieren recomponer el camino hacia la clasificación, su juego y su moral deben levantarse; los esperan Ghana y Serbia, que seguramente no piensan en dejarles las cosas fáciles.
2 comentarios:
Maicol Reimonk Por que crees que no dieron todo los alemanes, a mí me pareció que si
Alemania no se empleo a fondo simplemente porque el rival no lo exigió, por lo que no tuvo que darlo todo. Ni en defensa ni en ataque.
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