En microeconomía hemos visto la organización de la industria y reflexionando lo visto en clase sobre el monopolio y leyendo el libro, podemos asegurar o prevenir que empresas televisivas (llámense Televisa y TV Azteca) en nuestro país tendrá futuros problemas con el URSEC que es el órgano regulador de la defensa de la competencia. Estos problemas los tuvieron varias empresas de radiodifusión en Uruguay por rehusar vender la totalidad de los contenidos y programas que se transmiten, al ejercer una “competencia” monopolística.
Por ejemplo:
Aquí en México hay 2 opciones para ver el fútbol, Televisa y/o TV Azteca, ambas empresas podrían ser castigadas por el URSEC por la transmisión monopolística de partidos de fútbol, pero si lo analizamos bien no es culpa exclusiva de las empresas, ahí también tienen que ver y caben los intereses de los equipos de fútbol en la primera división mexicana y los que estos mismos se cotizan, por ejemplo qué tan caro venden los derechos de transmisión a algún canal, por ejemplo Chivas el equipo del pueblo… A partir de 2008, Chivas y Televisa renovaron por cinco años más el contrato de derechos de transmisión por un total de 100 millones de dólares, es decir, 20 millones de dólares por año . Siendo Chivas el segundo equipo más popular de México (el primero es el América, según la Consulta Mitofsky realizada en el mes de febrero del año 2009, el América es superior con una preferencia de 24.6 por ciento, por 21.9, pero esto no le sirve de nada porque el América es de Televisa) esto le deja mucha ganancia económica a Televisa y a su vez nulifica a una fuerza importante como lo es TV Azteca al tener a los equipos más importantes del país bajo sus alas, “obligando” a la gente a que a fuerza vea los partidos por los canales de Televisa, pero esto no necesariamente es malo, puede hasta representar algo positivo, ya que la calidad de una televisora puede ser mejor que la otra. Por ejemplo la UNAM tiene su propio canal de televisión TV UNAM que bien podría pasar los partidos de Pumas, pero la ganancia no es la misma porque no les pagan contratos millonarios de transmisión, así como el América de Televisa y el Monarcas Morelia de TV Azteca.
Algo que está prohibido en el mundo del fútbol es la multipropiedad de equipos, Televisa es dueño de 3: América, San Luis y Necaxa, mientras que Jorge Vergara es dueño de 3 equipos también: Chivas USA, Chivas y Saprissa. Haciendo que el control sobre el mercado televisivo sea aún más grande.
Según el libro y la razón común estas prácticas atentan contra la principal diferenciación entre los oferentes, limitando la variedad en la oferta, haciendo que los productos ofrecidos por la difusora (en este caso sus programas y transmisiones) sean de mala calidad o de excelente calidad para evitar la filtración preferencial. Y según lo visto en clase, englobando a las 2 televisoras estaríamos enfrente de una industria que presenta un Oligopolio, ya que:
Número de empresas: Pocas
Producto: Único
Barreras a la entrada: Algunas
Competencia: El consumidos "tiene que" aceptar el precio
Información: Controlada
*La tabla se refiere a transmisión de partidos en México.
Por lo tanto:
El número de empresas con los derechos de transmisión de los partidos de fútbol son pocos, el fútbol se ha comercializado como el único producto que las televisoras ofrecen en días u horarios de transmisión específicos. En el caso de las barreras, los contratos podrían entrar como barreras legales y toda la infraestructura que otros canales no tendrían se podría considerar barreras económicas, el consumidor tiene que aceptar el precio o lo que la transmisora le ofrece porque si no se queda sin fútbol.
Existen diversos fundamentos económicos/jurídicos que ayudan a una empresa a crecer como los derechos de propiedad intelectual y la libre competencia, estos apoyándose en la jurisprudencia básicamente ayudan a las empresas de transmisión, sosteniendo que la protección de las creaciones y su explotación exclusiva promueve diversas actividades que pueden estar relacionadas con la economía como el desarrollo científico, técnico, tecnológico y cultural, que juntos deberían de promover una economía basada en los principios de mercado libre y competencia.
Justamente estos fundamentos ayudan a que cada competidor (en pleno uso y goce de sus derechos) efectúe todos los esfuerzos para crear o producir obras que le permitan aumentar su participación en un sector específico, este mismo aumento de participación incrementan beneficios, pero a su vez los competidores harán todo lo posible por igualar el producto ofertado por la competencia, los acuerdos de exclusividad son admitidos en varios países porque fomentan la competencia y constituyen prácticas comerciales justificadas.
No cabe duda que en cualquier lugar del mundo el fútbol es de los deportes más populares, si no es que el más popular, sabemos que las transmisiones se venden más caras, los eventos son cada vez más costosos y mejor elaborados y hasta los jugadores ganan cantidades que ni los primeros jugadores de fútbol soñarían o imaginarían ganar en 3 vidas.
En el caso de los clubes con mayores ingresos y que cuentan con los mejores jugadores quieren asegurar sus inversiones aunque los jugadores resulten unos verdaderos petardos, con las conocidas restricciones a la libertad de contratación o las conocidas “cartas”, un equipo puede ser dueño de la carta de un jugador, por lo tanto le da derecho al equipo de hacer lo que se le plazca con el jugador para evitar que vaya a competir con otro equipo, lo que nos lleva a pensar en que un equipo no puede cubrir por completo la oferta entera del mercado porque si no, no habría competencia o incluso espectáculo (es por eso que las prácticas monopólicas no caben dentro del fútbol), los equipos deben cooperar entre ellos para realizar un torneo competitivo y gustoso, produciendo una liga efectiva que al momento de representarnos internacionalmente nos beneficie a todos.
Con los equipos más chicos de la liga, donde su capacidad de comercialización es menor, lo que los salva es la creación de jugadores para después poder venderlos a los equipos grandes, fomentando un mercado sano como es el caso del Atlas, que no ha ganado nada en más de 50 años pero ha sacado excelentes jugadores que vende a equipos más grandes. Mientras que los equipos grandes forman parte de un mercado oligopolístico estos a su vez son como los grandes consumidores, los que traen a los mejores jugadores y los que han ganado más copas gracias a lo comprado en el mercado (incluyendo un D.T) gracias a este ciclo se mantiene nuestra liga tan impredecible, dónde cualquier equipo puede llegar a ganar el título a diferencia de la liga española por ejemplo que sólo la ganan el Real Madrid o el Barcelona, ambos representando a los extremos que acabo de mencionar.
Los elementos descritos a lo largo de esta entrega no deberían de desaparecer ya que promueven el proceso competitivo dentro de un mercado específico, haciendo que un sector crezca o disminuya. La universalización de las transmisiones podrían ayudar en un futuro a la globalización, pero primero tendríamos que igualar el nivel de fútbol de las mejores ligas del mundo para poder obtener un interés por parte de los aficionados de otros países, mientras tanto disfrutemos sintonizando los mismos canales los sábados y domingos para ver a nuestro equipo jugar “el deporte más hermoso del universo”.
Bibliografía:
• Andrés Roemer. ¿Por qué amamos el futbol? Un enfoque de política pública. México, D.F.: Editorial Porrúa, 2008.
• http://www.proceso.com.mx/noticias_articulo.php?articulo=68881 Página visitada el lunes 5 de octubre de 2009
• mediotiempo.com
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