El Último Invitado al Mundial

Por @lex.

           Antaño Uruguay solía ser una potencia mundial en este hermoso deporte, pocos jugaban con tanta pasión y garra como aquellos héroes. El tiempo pasó, el futbol progresó y se expandió, y los triunfos se fueron reduciendo de manera agonizante. Actualmente, Uruguay forma parte de aquellos históricos equipos que viven de su historia y de sus triunfos añejos. La pasada semana al definirse los últimos 6 puestos para el próximo mundial, los caprichos del futbol y del horario hicieron que Uruguay sea el último invitado a la cita más importante del futbol.

Ya que a nadie le hace mal algo de historia, dedicaré un par de líneas a aquellos años dorados de la selección Uruguaya en los mundiales de futbol. El primer mundial de futbol, celebrado en el año de 1930 en Uruguay, fue ganado por aquella brillante selección que venció a Argentina en la final. Que triunfo, era el primer mundial jamás celebrado, era en su propia casa y además contra Argentina. Uruguay estaba en el centro del futbol mundial, era su momento. Veinte años más tarde, en el campeonato mundial de Brasil, Uruguay volvió a mostrar su superioridad al imponerse al seleccionado local en la final. Otro gran partido y momento histórico para los Charrúas, al vencer a Brasil en propia casa, se demostró quien era en aquellos años el país del futbol. Para entonces, no se habían celebrado más que un par de mundiales y Uruguay ya podía presumir de alzarse con el trofeo en dos ocasiones. Tristemente, y como cualquier buen físico nos diría, todo lo que sube tiene que bajar y Uruguay no fue la excepción. Las importantes y destacables victorias y campeonatos dejaron de llegar a Montevideo y de llegar a las finales se paso a obtener 2 cuartos lugares en años siguientes. De entonces a la fecha, el desempeño uruguayo en copas del mundo ha sido gris, mediocre, promedio, secundario. Irreconocible.

Ahora en Sudáfrica, 80 años después de aquel primer mundial, Uruguay tiene la opción de volver a las añejas glorias. Que mejor escaparate o vitrina para retomar el lugar que le pertenece que el primer mundial en el continente africano. No ha sido un camino especialmente fácil para llegar a la cita mundialista. Uruguay se salió de la autopista y tuvo que tomar caminos secundarios para llegar hasta Sudáfrica. El repechaje, última aduana antes de entrar a Johannesburgo, se presentó como un reto serio, pero uno que la Celeste acertó a superar. Hoy Uruguay cuenta con una plantilla de primerísimo nivel. Defensas como Godin y Lugano, que reviven la herencia italiana; mediocampistas de la talla de Eguren o el “Cebolla” Rodríguez, quienes juegan con y como los grandes en Europa; y dos de los mejores delanteros mundiales Diego Forlan, la estrella y Luis Suárez, la promesa. Una escuadra de lujo, una escuadra que tiene ese potencial para hacernos ver, y recordar, el verdadero futbol Uruguayo. Ese futbol físico, fuerte, con garra y con pasión.

Uruguay debería, y puede, llegar al mundial por la puerta grande ya que es una de las mejores selecciones del continente, sin embargo esta vez sólo llegó. Quien sabe que pasara con la Celeste en tierras mundialistas, hay que darles el beneficio de la duda, total hay quien dice que “los últimos serán los primeros”.