La novela Dos Santos

Por Reimon.

     Esta semana comenzó con una bomba para toda la afición mexicana: sin darnos tiempo siquiera de despertar, Javier Aguirre anunció al último jugador descartado de la selección. Resultó ser ni más ni menos que Jonathan Dos Santos, jugador del Barcelona y hermano del seleccionado Giovani. Sorpresa y enojo fueron las emociones causadas por la noticia, y los ataques contra Aguirre (y el Bofo) no se hicieron esperar. Pero… ¿de verdad fue tan mala la decisión de dejar fuera al joven mediocampista? Analizada fríamente, no lo creo.

Para poder criticar o aprobar la decisión del técnico mexicano, es necesario conocer a Jonathan, al jugador, y no al hijo de tal o hermano de aquel. El más chico de la dinastía Dos Santos aportaría frescura al mediocampo mexicano, aplica el “toque fácil” y no se la complica, pero como dije antes, si se analiza a fondo la decisión de dejarlo fuera del mundial, la verdad es que motivos tácticos hay muchos para darle la razón al Vasco.

Debemos partir de que la principal razón para que un jugador represente a su país es que debe merecerlo. ¿Y cómo se merece un jugador su llamado? Haciendo méritos con su club. Es verdad, muchos otros de los seleccionados nacionales también “reprobarían” en este punto, pero aquí el enfoque es Jonathan, que únicamente cuenta con ¡114 minutos! en primera división con el Barcelona, menos de dos partidos completos. Es cierto, muchos dicen que entrenar con semejantes jugadores y bajo la dirección de Guardiola es una experiencia importante, y razón no les falta, pero no es lo mismo jugar en la Masia y burlar a Andreu Fontás tras recibir un pase de Xavi que enfrentar a Gallas en Sudáfrica y recibiendo los pases del Maza Rodríguez.

El problema que se dio con la salida del juvenil (además de su prematura convocatoria) fueron las formas. Y es un problema que se dio en todos los frentes. Para empezar, se comete una crueldad innecesaria al llevar a 24 jugadores a Europa para después apartar sólo a uno, cuando la mayoría de las demás selecciones prefirió convocar a 30 y descartar a siete al mismo tiempo, de la manera como se hizo en México, el jugador no sólo se siente expuesto o señalado, sino que se sufre una humillación que se pudo haber evitado. Además, fue Néstor de la Torre, director de selecciones, quien dio el anuncio, cuando debió haber sido el entrenador acompañado de su asistente el encargado de comunicar la decisión de apartar al mediocentro.

Después, para manchar aún más la imagen del futbol mexicano, tuvo que salir Zizinho, padre de Jonathan, lleno de rabia y calentura a tirarle pedradas a todos (incluida la selección, donde aún está su hijo Giovani) y amenazar con la renuncia de su hijo al combinado nacional, todo esto plasmado en una imagen de lo más vergonzosa. ¿O acaso imagina alguien a la madre de Theo Walcott sacando su frustración en los medios porque su hijo quedó fuera de la selección inglesa? ¿Se imaginan a los padres de Pato reclamándole a Dunga que no convocara al delantero a la canarinha? Este reflejo de la mentalidad mexicana es también reflejo de las distancias que existen entre nuestro futbol y el de ellos.

Pero no quiero que se confundan, no es que yo considere la salida de Jonathan una movida brillante (de hecho si de mí dependiera, yo lo habría dejado para que se fuera empapando de mundial), simplemente digo que la decisión de Javier Aguirre no es tan terrible como nos puede parecer, no es un pecado en contra del balompié mexicano, una herejía en contra de nuestro amado futbol. Es una decisión técnica sensata y comprensible, pues un jugador que juega en la Segunda B española, por más que entrene con Messi, no es precisamente la mejor adición a una selección que (en teoría) aspira a los cuartos de final del mundial.

Que no se desespere Jonathan, condiciones las tiene, por lo que si sigue jugando como va, y entrenando con jugadores del nivel de Iniesta o Villa, el lugar en la selección mexicana lo tiene asegurado para los próximos mundiales, sólo esperemos que sea él quien decida su futuro y no las demás personas.

P.D.: Ahora con este tema ya hay muchos periodistas, así como un importante sector de la afición, que tacha a Aguirre de no confiar en los jóvenes, lo cual es una crítica totalmente injustificada, sólo hay que ver la lista de convocados, donde hay siete jugadores menores de 23 años (Vela, Giovani, Chicharito, Barrera, Juárez, Moreno y Torres Nilo).