Por Alexis (@alexis_hema)
Hace unos días mi compañero de trabajo Daniel García hablaba sobre lo que es la identidad deportiva, sobre el “respeto” que uno como aficionado debe tener hacia su equipo, cosa que le evitaría apoyar al equipo rival cuando tenga la oportunidad de hacer historia a nivel internacional.
Lectores, no estamos ni en España, ni en Italia, ni en Inglaterra. Nos encontramos en un país ávido de éxitos internacionales, no en uno en el cual estemos acostumbrados a ganar copas América, copas Libertadores, inclusive el Hexagonal final rumbo a las Copas del Mundo.
Si el fútbol mexicano no merece a la afición que tiene, ese es tema de otro análisis, pero si la gente llena los estadios, si la gente paga $1,200 por ver a España cascarear en el Azteca… es porque ellos así lo desean, nadie los está obligando a asistir, a pagar o inclusive a seguir las transmisiones por Internet.
No hay que perder de vista el verdadero significado de fútbol. Gente que habla de odio, de guerras, de batallas campales simplemente ha sido trastornado por el impacto mediático que un resultado de fútbol pueda provocar. Tampoco hay que olvidar que para la mayoría de los aficionados, pase lo que pase dentro de la cancha, al día siguiente tendrán que seguir trabajando, seguir buscando que comer y seguir sobreviviendo en un mundo que cada vez es más injusto.
Si creen que estoy equivocado, observen el fútbol en Sudamérica. Cuantas batallas campales, verdaderas, no han sucedido por clásicos Boca-River. Cuánta gente tiene miedo de salir con la playera de su equipo favorito en una tierra llena de rivales. Los asesinatos a jugadores y árbitros en países como Colombia. ¿Esto es lo que queremos que el odio al máximo rival produzca?
Si hablamos de que no se gana nada cuando apoyamos al equipo rival, entonces en ese caso tampoco se gana algo apoyando a nuestro equipo. Es lo mismo.
Cambiar de ideología y hablar de personas miedosas, inseguras y desleales es simplemente una estupidez en este tipo de temas. La gente que apoya a un equipo rival, como bien decía Dan, es en respeto a las cosas buenas que ha estado haciendo este equipo. No se puede hablar además ni de traición o de cosa semejante cuando tu equipo ni siquiera participa en esa competencia.
Lo que es cierto es que el aficionado mexicano está acostumbrado a ver derrotas, fracasos o decepciones. Celebrar una victoria de México en el Ángel de la Independencia solamente refleja lo alegres y lo fiesteros que somos como mexicanos.
Nada más.
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