Por Carro (@acarreno282).
Terminó el Mundial 2010 y comienzan las ligas alrededor del Mundo. Ahora, todos replantean objetivos, se fijan nuevas metas y se trabaja para lograrlas. Es época de cambios en el fútbol, que se dan en varias áreas, desde transferencias y refuerzos hasta administración y proyectos. El final del Mundial debe ser un momento para reflexionar, encontrar las fallas y repararlas, el cambio es una obligación para todos, incluido el Campeón del Mundo (claro que unos necesitan cambiar más y otros menos).
En México había una gran ilusión de que se podía hacer historia, que las cosas podían ser mejores y de que el fútbol mexicano podía al fin dar otro paso y evolucionar hacia algo mejor.
Pero la verdad es otra. Termina el ciclo y lo volvemos a empezar, se cometen los mismos errores, se mantiene a la misma gente, no se logra mejorar y entramos de nuevo en el ciclo. No hacemos nada más que dar vueltas y vueltas en un círculo que no nos ha llevado a mejorar, y la idea es cambiar de círculo para lograr el progreso.
Ejemplos hay muchos, por lo que solo hace falta nombrar algunos para que quede claro que nos hemos estancado. Los directivos de la Federación Mexicana de Fútbol, que han tenido logros económicos únicamente, son ratificados. Los avances y logros de nuestro fútbol se han dado por cuestiones circunstanciales que no representan avance en si, más bien representan chispas de suerte y logros personales (ejemplo actual: Chicharito). La Liga de la Primera División Mexicana, aunque apenas empieza, mantiene un nivel mediocre, con movimientos en la tabla general muy exagerados y con pocos equipos realmente constantes. La Selección Mexicana está regresando a formas que ya había tenido antes y parece que se mantiene el objetivo de lograr progreso económico por encima del futbolístico.
Estamos en un momento ideal para lograr el cambio. Tenemos a varios compatriotas jugado en otras ligas del Mundo, tenemos jugadores jóvenes con nivel de Selección Nacional que además de jugar bien, su juventud les permite cambiar fácilmente y tenemos infraestructura y dinero para lograr los cambios.
Los directivos se deben dar cuenta que un progreso futbolístico traerá consigo más dinero, es una “inversión a largo plazo”. Los medios de comunicación nos debemos fijar menos en los logros personales, aunque también cuentan, y ver el panorama completo cuando hablemos del avance de nuestro fútbol. Los jugadores y clubes deben medir de manera objetiva sus logros y darse cuenta que ellos también deben progresar. Los dueños de los clubes deben ponerse de acuerdo y jalar hacia un mismo lado.
La idea es salirse de la caja, cambiar de círculo o como le quieran llamar. No vamos a tener un fútbol del que podamos estar orgullosos si no se aprende de los errores y se siguen haciendo las mismas cosas con diferente nombre (ni siquiera diferentes nombres ya que son los mismos actores una y otra vez).
Ahora parece imposible, depende del cambio de muchas personas, pero unas tienen mayor impacto, se puede empezar por ahí, además de poner cada quien nuestro “granito de arena” para mejorar. Un ejemplo trillado de que con el trabajo adecuado se puede crecer mucho es España (no sólo en el fútbol, en todos los deportes).
¿Qué solución proponen ustedes?
¿Creen que esto sea posible? ¿Qué lleguemos a vivir para verlo?
1 comentario:
Señor Carro, me quito el sombrero. No podría agregarle más al artículo.
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