Por Claverán.
¿Por qué después de tantos años seguimos siendo el equipo que se queda fuera de las grandes fiestas futboleras?, pasa el tiempo y el nivel del futbol mexicano parece permanecer en pausa, si hacemos memoria nos podemos dar cuenta que seguimos siendo el mismo ente futbolero de los años setenta, no se han conseguido títulos con verdadero valor curricular.
En México la cultura del futbol mueve masas, despierta emociones y rompe corazones. La historia nos pone en evidencia que somos un pueblo meramente futbolero, una raza latina que tiene los sentimientos a flor de piel, lloramos, gritamos, nos abrazamos, todo esto con el simple hecho de un gol, de una buena atajada, con la falla de un tiro penal; vamos, tenemos la pasión por este deporte. Pasan los años y el seguimiento a nuestro futbol es magno, los estadios se llenan casi en su totalidad, la venta de camisetas lo que les pueda decir es poco.
Lo que pasó con la selección mexicana en el pasado mundial celebrado en Sudáfrica no es más que el reflejo de la crisis que tiene el futbol de nuestro país, sacar un empate frente a los sudafricanos no hace falta ser muy inteligente para llegar a la conclusión de mediocridad; es evidente que el objetivo final de nuestros directivos es el económico, se vende una selección al nivel de Argentina, Portugal, etc; tenemos una liga manejada por los dos monopolios televisivos, uno de ellos dueño de tres equipos, el otro de dos, unos dirigentes que solo ven por la plata, en pocas palabras un futbol vendió.
El verdadero cáncer que nos consume somos nosotros mismos, la afición, seguimos aceptando las gorditas de chicharrón que ellos llaman “futbol”, la mercadotecnia ya rebasó los verdaderos alcances, la contratación de jugadores que no son nada más que “cartuchos quemados”, promotores que llenan sus carteras de dólares y se pasean por las bonitas playas de Miami. Nos hacen creer que tenemos posibilidades de llegar a una final de un mundial, de ganarle a la mismísima Argentina de Messi, cuando aún no somos capaces de consolidarnos como el gigante de nuestra zona, Concacaf. Hay pocos equipos enfocados en hacer crecer nuestro futbol, ejemplos claros son Las Chivas de Guadalajara, el Club Pachuca, Rayados de Monterrey. Estos, han apostado por sus fuerzas básicas, en crear en los jugadores una identidad por su equipo, el último mencionado “ Rayados” llegó a su límite, decidió al no llegar a un acuerdo con la televisora que transmite sus partidos emitir su último juego por su página de internet.
Los ejemplos mencionados aún es incierto si tengan la llave al progreso, pero es evidente que están haciendo cosas por salir adelante y hacerse nombre no solo en México sino a nivel internacional. En contraste, tenemos a dueños de equipos metidos en problemas fiscales, y no solo esto, directivos que se embriagan y bajan de las gradas al campo a enfrentarse a golpes, es decir, tenemos una red de ineptos buscadores de la mina de oro.
Entonces ¿De quién es responsabilidad el bajo nivel de México?, ¿será que la afición tendrá que ponerse las pilas y exigir más de su futbol ó solo es responsabilidad de los que manejan nuestro futbol?
Marco A. Claverán Curzio.
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