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Pequeños cambios hacen grandes diferencias

Por Alexis.

Después del fracaso de la Copa Mundial, de evitar despegar la carrera de Guillermo Ochoa, Héctor Moreno y Andrés Guardado (entre otros), parece que otra ventana de luz se abre para el crecimiento del fútbol mexicano.

Claro que no hablamos del juego frente a España, ya que sólo representa un corte amistoso en nuestra cancha, con nuestra gente y con muchos españoles que acaban de salir de sus vacaciones. Ganar el juego resultaría relativamente “no sorpresivo”, por las condiciones en las que se juega.

Es por eso que me refiero concretamente a la salida de jugadores mexicanos a Europa y específicamente, a la obtención del pase a la final del Guadalajara a la final de la Copa Libertadores.

El golpe no es directo, porqué que uno o dos jugadores más que jueguen en Europa no significa un cambio en el fútbol mexicano. Conociendo nuestra organización, nuestros valores y nuestra cultura, parecería más un accidente. Lo mismo podemos decir del Guadalajara, ya que el “coco” de los equipos mexicanos siempre han sido los brasileños, en segundo lugar argentinos. Es la primera vez que un club mexicano no tiene que enfrentar brasileños en octavos, cuartos, o semifinal. Y eso que los brasileños tuvieron que enfrentarse entre sí, cambiando las llaves de la Copa por reglamento.

El llegar a una final también puede pasar inadvertido ya que normalmente, solamente se recuerda al campeón de la Copa. El Cruz Azul es bien recordado porque ha sido, o había sido, la mejor participación de un club mexicano. Además de que ya rebasaron a todos los equipos en trofeos de subcampeones, pues hay que contar la Libertadores, la Liga, la Interliga y la Concachampions. Por eso el Guadalajara tiene que ganarle al Inter.

Pero más allá de eso, de lo visible, de lo fácil de detectar, hoy podemos ver en la liga como equipos como UNAM y las mismas “Chivas” enfrentan sus jornadas con equipos jóvenes. Gracias a los eventos previamente descritos, este tipo de equipos no tendría necesidad de pagar la regla 20-11 ya que por sus propios méritos, tienen la responsabilidad de debutar a gente joven y desde el principio tienen la obligación de responder.

Al menos los seguidores de estos equipos ya reconocen a nuevos jugadores. Los universitarios ya saben quién es Fuentes, Cortés. Los cementeros ya confían un poco más en “Chuleta” Orozco, ya conocen a Aquino. Y están dando resultados.

Ojalá el fútbol mexicano siga obteniendo triunfos internacionales, para que cuando se disputen más partidos o algún jugador mexicano salga al extranjero, un joven entre a la cancha y tenga verdaderos minutos dentro del terreno de juego.

Si esto fuera complementado con una reducción de extranjeros, con una liga de 34 jornadas y una limpieza en los dueños del fútbol mexicano seguramente en unos 5 o 6 años seríamos otra cosa en el plano futbolístico.




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