Mundial Femenil Sub-20 ~ Inglaterra 0-1 México

Por Alexis.

Es más que conocido por la afición, que siempre un partido de fútbol, a final de cuentas, acaba siendo una lucha de 11 vs 11 jugadores.

Pero hay ocasiones en las que, por más que se escape a las reglas, los seres omnipotentes que gobiernan el juego se atreven a pisar el terreno y a ser observados únicamente como una lluvia serena y constante, o como una brisa templada de aroma celestial.

Hoy ha pasado. Las diosas que mandan sobre el fútbol femenil se han atrevido a descender a las canchas alemanas para mezclarse como mar y cielo con las jugadoras mexicanás y lograr una ansiada victoria, para una afición y para una rama del fútbol nacional que están deseosas de destacar en un juego que parece que sólo es capaz de crear falsas expectativas e incompletas ilusiones.

La hermosura y la personalidad de estas mexicanas proviene más allá de lo que es capaz de verse a simple vista, de olerse a simple olfato o de tocarse a simple tacto. Proviene del lugar más inexplorado y luminoso de un ser humano. Proviene de su interior.

No proviene de un comercial, de un salario o de un club, que si bien también son fuentes de éxito, arrastran una pequeña pero viciosa contaminación que poco a poco va desconcentrando y expulsando al jugador de sus raíces, de su misión básica dentro de un cancha que es jugar al fútbol.

Probablemente hoy Inglaterra merecía más. Una de las dos oportunidades claras que tuvo el equipo mexicano, la ha aprovechado. En cambio, las inglesas tuvieron la posesión y las llegadas a lo largo del partido, y no han podido perforar el arco rival. Cecilia Santiago una vez más se ha lúcido bajo los tres palos y ha dado atajadas, seguridad y confianza que es muy pero muy difícil encontrar en una joven de apenas 15 años.

Hoy México jugó mejor a la defensa y peor al ataque respecto al partido pasado. Bien paradas atrás, las mexicanás optaban por recuperar el balón y lanzar contragolpes a base de pases filtrados, pero estos últimos pases, conocidos como el toque final, eran los errados por las aztecas porque o eran muy largos o porque el rival era capaz de interceptarlos.

Pero nunca se han dado por vencidas. Nunca quitaron la pierna en las jugadas duras y han mantenido el orden táctico.

Hoy es cierto, quisiera casarme con más de una de estas mexicanas en este momento. Además que de compartimos edades similares, son mujeres que están decididas a triunfar en su especialidad, incluso en los ambientes más duros y sin apoyo alguno. Seguramente esa fortaleza y esa personalidad necesaria para enfrentar a sus obstáculos proviene de su vida diaria.

Con lo visto hasta el momento, no veo las razones futbolísticas que me permitan ver a Mexico alzando la copa. Ni siquiera sería lógico, ya que nunca hemos avanzado siquiera de la primera ronda.

Pero por primera vez parece que lo conseguiremos. No hay razón tampoco para dejar de soñar y esperemos que el fútbol que muestra nuestra selección nos alcance para lo más alto posible.