Las falsas ilusiones de siempre

Por Alexis.

Es de lo que vive el fútbol. Y por lo que veo, sobre todo el fútbol mexicano. Cada semana, y por lo tanto, cada jornada que pasa de la liga mexicana sirve para reanimar a una infinita cantidad de jugadores.

El ejemplo más claro de la jornada se dió en el Toluca-Cruz Azul. Al inicio del partido, prácticamente se daba como un hecho que J.J. Corona dejaría de asistir al mundial, que su conducta extracancha le había denegado tal beneficio y responsabilidad. Sin embargo, después de atajar un penal, que claramente Antonio Naelson cobró de forma incorrecta, se le colgaron laureles, diciendo que si Corona mantenía esas actuaciones, no habría duda de que asisitiría a Sudáfrica. Entonces, ¿de qué se trata?

El otro ejemplo es el primo de Messi, ah perdón...Maximiliano Biancucchi. Se la ha pasado todo el torneo entre la titularidad y en la banca, con escasa productividad, por no decir nula, y de repente da un buen partido. Antes que nada hay que recordar que estaba motivado por el nacimiento de su hija. ¿La directiva del Cruz Azul va a necesitar que la esposa del primo de Messi de a luz todas las semanas para garantizar un buen rendimiento?

Otro ejemplo es el joven delantero de América, Antonio López. Todos los comentaristas de Televisa se la pasan argumentando que tiene excelentes condiciones y que es una joven promesa, sin embargo, sólo ha anotado en un partido, de los aproximadamente 6 disputados. Es cierto que logró un triplete, pero es un hecho que Reinoso prácticamente regaló el partido. ¿Entonces?

Y de forma contraria, hay gente de la cual comenzaron bien y al final se derrumbaron. ¿Dónde está César Villaluz, flamante campeón sub-17? ¿Alguien se acuerda de Luis Ángel Landín? ¿Santiago Fernández? Todos los del fracaso de Carson.

Pero, delanteros, y demás jugadores. No se preocupen. Aquí en México sólo basta una buena jornada para volver a esperanzar a la afición. De devolverle la ilusión de hacer algo grande.

Desafortunadamente, las falsas ilusiones de siempre.