Por un momento... (Pachuca 1(2)-0(2) Cruz Azul)

Por Alexis.

Siempre es un fracción de segundo la que acaba cambiando el rumbo de nuestras vidas. Es ese instante inesperado, dinámico y muchas veces escondido que nos hace reflexionar sobre lo que es, y lo que pasa en realidad alrededor del mundo, y ¿por qué no? con nuestras vidas.

Mañana será el día soñado para americanistas, chivas y universitarios. Las burlas en el trabajo, en la escuela, en estados de Facebook, en Twitter no dejarán de cesar. Queramos o no, hoy todo el mundo está pendiente del Cruz Azul, sobre todo cuando llegan a una final.

Para mucha gente el asunto es inimaginable, imposible, intolerable...pero para los ajenos muchas veces resulta chistoso. Como se dice comúnmente, es mejor reír que ponerse a llorar.

Hace apenas unas horas reflexionaba lo que sería que Cruz Azul campeonara, el efecto mediático que tendría en la afición cementera. Al minuto 91' José de Jesús Corona realizaba una atajada monumental. Despejó, Emanuel Villa controló y dio el pase a Cortés, quien en lugar de pasar de nuevo, o esperar la jugada, decidió tirar a gol. Es de ahí donde nace la jugada del gol tuzo.

Por un momento...por un instante, mi corazón y mi espíritu se contagiaron de la pena y del llanto que la afición cementera guarda por su equipo. Fue en el instante del gol en el que el corazón se paralizó, una sensación bastante desagradable invadió el cuerpo, y la mente repasaba una y otra vez el momento del gol. Es ahí cuando en verdad comprendí el significado de la derrota, el significado de ser aficionado al Cruz Azul.

Afición del Cruz Azul: Me pongo de pie. Tienen todos mi respeto. Como todos sabemos, hoy es día de insultar, de correr al técnico, de poner nuevos directivos, de traer refuerzos...hoy es día de culpar a alguien. Pero tanto ustedes como yo sabemos que el día de mañana una vez más estarán apoyando al equipo de sus amores, sin importar lo que pase.

Este tipo de muestras de cariño y afecto son las que me hacen pensar que aún existe el amor por la camiseta, el amor por un equipo...el amor por una institución. A pesar de las burlas del prójimo, el corazón nunca deja de ser celeste, ¿no es así?

Si tú, amigo lector, eres aficionado del Cruz Azul y tus ojos han derramado siquiera una gota azul o si tu corazón se ha transformado en un pedazo de cemento que vuelve a su estado original, sólo al ver saltar a la cancha a tus 11 héroes...

Felicidades.

No es un consuelo. Es sólo la promesa de un futuro mejor.